La otra épica: se cumplieron 22 años del último Boca de Bianchi que alcanzó la cima del mundo :: Olé

“Que este año volvemo’ a Japón…”, se acostumbraron a cantar los hinchas de Boca en un track repetido incluso décadas después de la última conquista intercontinental. Sin embargo, la distancia no anula la validez del logro conseguido el 14 de diciembre de 2003. Y mucho menos su vigencia.

Es que aquel título -cuando todavía la definición del cetro mundial de clubes se resolvía en un mano a mano entre el ganador de la Copa Libertadores y el de la UEFA Champions League- resultaría el último de un equipo argentino en ese aspecto. Sí, 22 años después, no hubo otro campeón de américa surgido de tierras locales que pudiera alzarse con una Copa Intercontinental o el Mundial de Clubes que la reemplazó.

Aquel equipo, dirigido por Carlos Bianchi como las dos veces anteriores que un club argentino (Boca en el 2000 y Vélez en 1994) la ganó, venció al poderoso Milan de Italia en definición por penales, tras 120 minutos en los que el 1-1 del tiempo reglamentario no se pudo romper y gracias a los dos penales que Roberto Abbondanzieri contuvo y a la última y certera ejecución de Raúl Cascini para desatar el festejo xeneize, que resultaría su propia tercera estrella mundial.

Antes, el gol de Matías Donnet y la figura del Pato, además del partido de Guillermo Barros Schelotto, el brasileño Iarley, de Diego Cagna y Sebastián Battaglia y hasta de los minutos que entró a jugar un Carlos Tevez lejos de su mejor condición física, le dieron batalla y terminaron dominando al equipo de las estrellas que por entonces era el rey absoluto de conquistas internacionales.

Dirigidos por el mítico Carlo Ancelotti, el arquero brasileño Dida, Cafú, Paolo Maldini, el holandés Seedorf, Andrea Pirlo, Kaká y el ucraniano Andriy Shevchenko -entre otros cracks- poco pudieron hacer con su jerarquía para doblegar a un equipo que sabía lo que quería. Y solía lograrlo.

Desde ahí, pasaron otra vez Boca (perdió ante el mismo Milan la final del MdC 2007), Estudiantes y su agónica derrota ante el Barcelona de Guardiola y Messi en 2009, San Lorenzo y la final perdida en Marruecos ante el Real Madrid en 2014, River en 2015 y el categórico 0-3 ante otro Barsa top con la MSN -Messi, Suárez y Neymar- y otra vez los de Gallardo para no poder superar la semifinal en 2018 ante los árabes de Al-Ain.

Todos, claro, antes del Mundial de este 2025, en el cual Boca y River no superaron la primera fase en Estados Unidos. Todos, también, empecinados evidentemente en engrandecer la gesta de aquel equipo que en Yokohama repitió el logro ya de por sí inalcanzable de ganarle al Real en Tokio apenas tres años atrás. Y a 22 años de haberlo conseguido, nadie puede discutir que ese Boca está también en la historia inmensa del fútbol argentino.